Mirando tu cabello has pensado muchas veces en que lo tienes maltratado y no sabes qué hacer. Pero para definir cuál es el cuidado que necesitas, primero debes identificar qué tipo de daño tienes y entender que hidratación y nutrición son dos cosas diferentes.
Hidratación capilar
Los cabellos que necesitan ser hidratados son aquellos normales a secos, que no han sido sometidos a tinte, ni a procesos químicos y sólo necesitan humedad.
¿Cómo lo sabemos?
Por el exceso de nudos, la falta de brillo y porque se esponja con facilidad, pero al tensar un mechón no se fracturan las hebras. La hidratación es necesaria todas las semanas, ya que el cabello es una fibra microscópica que absorbe la humedad con facilidad.
Nutrición capilar
Cuando lo ideal es nutrir, hablamos de cabellos que han sufrido decoloraciones, alisados o procedimientos químicos que alteran la fibra capilar y que además están maltratados, débiles y fracturados. Esto se debe a que cuando se realiza una decoloración, por ejemplo, se extrae todo el color natural y a la vez la queratina del pelo, que representa la fuerza y la resistencia y que si no la devolvemos, éste se rompe y se quiebra de raíz a puntas.
Si este es tu caso, alimenta tu cabello con tratamientos ricos en queratina. De esta manera, se fortalecerá y repondrás su vitalidad. Este proceso de nutrición, debe durar de 2 a 3 meses, para luego empezar la fase de hidratación. De igual modo, toda ampolla, champú, acondicionador, baño de crema y spray que contenga aceites naturales de aguacate, almendra, jojoba, aminoácidos, o extracto de cera de abeja, son ideales para nutrir las cabelleras.
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